Hay un concepto que nunca pierde su poder para obrar milagros en nuestro gimnasio emocional: es el concepto llamado aceptación. Y sabemos que es un proceso y que como todo proceso requiere tiempo y cambio.
No logramos la aceptación en un momento. A menudo tenemos que pasar por muchos otros sentimientos, a veces ira, rabia, vergüenza, lástima, conmiseración o tristeza. Pero si la aceptación es nuestra meta, la lograremos. ¡Qué cosa más liberadora es reírnos de nuestras debilidades y sentir gratitud por nuestros puntos fuertes! El llegar a conocer el paquete completo que llamamos “nosotras” –con todos nuestros sentimientos, pensamientos, tendencias e historias- merece la aceptación y nos ayuda a vivir libres.
Aceptar nuestras circunstancias, PARA DESDE AHÍ PODER DECIDIR QUÉ HAREMOS AL RESPECTO. Para que cambie algo o alguien, primero debemos aceptarnos a nosotras mismas, a los demás y a las circunstancias exactamente como son.
Luego, necesitamos ir un paso más allá. Necesitamos ESTAR DISPUESTOS A PAGAR EL PRECIO POR EL CAMBIO y sentir gratitud por nosotras mismas y por nuestras circunstancias, que nos dejan aprendizajes costosos, ¡basta de relaciones caras en mi vida!
¡Te deseo un día tan maravilloso y lleno de reflexión como elijas tenerlo!
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