La meta de este Gimnasio emocional para mujeres que se aman demasiado es el equilibrio; esas medidas iguales entre nuestros 4 coeficientes: Corporal (cuerpo), Intelectual (mente), Emocional, (Corazón) y Espiritual (espíritu). Equilibrio. Balance.
Por ello, la gran mayoría de las imágenes contenidas en él no tienen que ver con aparatos de fuerza sino con pelotas para fortalecer nuestro equilibrio… no sólo físico sino emocional.
Pero muchas de nosotras hemos ido de un extremo al otro: años de cuidar de todos menos de nosotras mismas, y luego seguimos de un tiempo en que nos negamos a cargar cartulinas ajenas…
Tal vez pasamos años negándonos a identificar lo que nos dolía, a sentir lo que sentíamos, para ahora elegir sentir todo lo reprimido desde nuestra infancia conduciéndonos a la depresión.
Pero la armonía se encuentra en el equilibrio. Una cuerda demasiado floja no suena. Una cuerda demasiado tensa se rompe. Una regla inflexible se rompe también.
La funcionalidad está en el equilibrio. Podemos ser responsables de nuestra relación con los demás al mismo tiempo que asumimos la responsabilidad para con nosotras mismas, a cuidar nuestros sentimientos, así como nuestras necesidades físicas, intelectuales, emocional es y espirituales, y elegir fortalecer nuestra capacidad de estar en equilibrio.
Esta es nuestra rutina emocional para repetir (es decir recordar) durante todo este día: “Hoy elijo estar consciente de que para ser equilibrada necesitaba conocer los extremos, para así distinguir el justo medio. Necesitaba eso para saber dónde está el balance de mi vida”.
¡Te deseo un día tan bueno como elijas hacerlo!
