Aún me sorprende, después de haber estado varias semanas en mi gimnasio emocional, lo fácil que me resulta convencerme a mí misma de no conectarme. También me sigue sorprendiendo lo bien que me siento cuando elijo hacerlo.
Anónimo.
No tenemos por qué quedarnos atoradas, tenemos una alternativa inmediata que nos ayudará a sentirnos mejor: conectarnos a nuestro Gimnasio emocional (www.gimnasioemocional.mx). Tan cerca como nuestro dispositivo digital.
¿Por qué resistirnos a recurrir a lo que puede ayudarnos a sentirnos mejor? ¿Por qué quedarnos con nuestra obsesión o depresión? ¿Acaso estamos demasiado ocupadas?
Cada semana tiene 168 horas. Destinar dos horas a mi sesión de Gimnasio emocional puede maximizar nuestro potencial para las otras 166. Si nos quedamos asumiendo pasivamente nuestro “rol dependiente”, fácilmente nos podemos pasar la mayoría de nuestras horas de vigilia obsesionadas y permanecer sentadas sin hacer nada, echadas en la cama autoconmiserándonos, o satisfaciendo las necesidades de otros. Elegir no conectarme puede ser un autoboicot.
¿Demasiado cansada?
No hay nada tan satisfactorio como hacer lo correcto para mí. Conectarme a mi Gimnasio emocional me regresa al camino correcto. Hoy elegiré no abandonarme a mí misma y me reconectaré a mi sesión del Gimnasio emocional.
¡Te deseo un día tan bueno como elijas hacerlo!
¡Feliz febrero!
Gracias querida Gaby si voy
a inscribirme en Gimnasio Emocional en la siguiente fecha que inicie. Quiero seguir facultandome y tener más herramientas.